Toledo. Architoledo, 16-11-2007.- Más de dos mil fieles y doscientos concelebrantes participaron el pasado domingo en la Santa que presidió el Sr. Cardenal, en la Catedral Primada, en acción de gracias por la beatificación, el pasado 28 de octubre, de 55 mártires de la persecución religiosa en nuestra diócesis de Toledo durante el siglo XX.
Los mártires fueron beatificados entre el grupo de 498, víctimas de la persecución religiosa en España. En su homilía, el Sr. Cardenal dijo que “el martirio de los nuevos beatos y de tantos otros es raíz y fundamento para el futuro de nuestro pueblo fiel a su propia identidad; porque Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre, y nunca pasa, siempre es actual y futuro para el hombre”.
“Testigos singularísimos de Dios, como el resto de los santos, los mártires son los verdaderos reformadores de la humanidad”, dijo también don Antonio Cañizares, quien quiso recordar, además, que “los mártires, nuestros mártires, son los que llevaron adelante una verdadera revolución, no los presuntos revolucionarios que pretendieron eliminarlos. Su revolución, la ‘revolución de Dios’ que es amor, sigue en marcha: ellos, en comunión con Dios revelado y entregado en su Hijo Jesucristo, por la fuerza del Espíritu de la Sabiduría, de la Verdad, del Amor y de la paz, siguen actuando con fuerza apelando a que no nos cerremos a Dios, y en fidelidad a su voluntad nos amemos unos a otros como Él nos ha amado”.
Antes, el Sr. Cardenal recordó en su homilía que “también los mártires mueren como testigos de la verdad, que nos hace libres y se realiza en el amor”. Así, afirmó que “cuando se ofusca la verdad y se impone el relativismo como el gran dogma de la modernidad y de la sociedad avanzada, se oscurece el futuro para el hombre”. “El relativismo –añadió– es uno de los problemas más serios que tiene nuestra sociedad y la cultura dominante: de ahí, de ese relativismo, del que es inseparable la pretendida superación de Dios o su reclusión a lo privado, surge la destrucción de la vida no nacida o su eliminación antes de la muerte natural y el terrorismo”.
“De ese relativismo, surge la reducción de todo a estrategia para regir o gobernarse en la sociedad, olvidándose de los principios en los que se asienta el bien común de la misma, o incluso violando derechos fundamentales como puede ser el de la libertad religiosa”, afirmó.
Seguidamente, el Sr. Cardenal constató que los mártires “nos están diciendo, utilizando palabras de Pablo VI, que el ateísmo es el ‘drama y el problema más grande de nuestro tiempo’. Sin duda lo es, por eso desataron aquella violencia contra ellos, los mártires, y contra la Iglesia, y por eso se comprenden los horrores de Hitler o la destrucción del hombre tan masiva en los países del marxismo real, ateos, más aún antidios, por definición”.
Con el Sr. Cardenal concelebraron el obispo electo de Segovia, don Ángel Rubio Castro; el auxiliar de Toledo, don Carmelo Borobia Isasa; el obispo de Tarazona, don Demetrio Fernández González, y el obispo de Cienfuegos (Cuba), don Domingo Oropesa Lorente.
La celebración comenzó con el canto de las Letanías, al que siguió la presentación de los 55 mártires de nuestra diócesis. El Sr. Vicario General, dio lectura a los nombres integrantes grupo de Liberio González Nombela, y doce compañeros del clero diocesano.
El P. Provincial de los Religiosos Franciscanos nombró a los 22 religiosos de la comunidad de Consuegra. Por su parte, el prior de la comunidad de religiosos Carmelitas de Toledo ha dado lectura a los nombres de los 16 nuevos beatos Carmelitas.
Finalmente, el vicepostulador para las causas de los Santos, ha nombrado a los cuatro religiosos de La Salle de Consuegra.